
En el marco del proyecto «Adaptación al cambio climático en ciudades y ecosistemas costeros vulnerables del Río Uruguay» (ACC Río Uruguay), se llevó adelante en la ciudad de Salto el proceso participativo «Miradas que cuentan: acciones colectivas para la gestión del riesgo en la cuenca del arroyo Sauzal». Esta iniciativa fue implementada en conjunto con la Licenciatura en Diseño Integrado de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República (CENUR Litoral Norte, sede Salto), con el apoyo de diversas organizaciones e instituciones que conforman el grupo motor territorial.
Un proceso en tres zonas, con y desde la comunidad.
La propuesta incluyó la realización de talleres participativos en tres zonas clave de la cuenca del arroyo Sauzal: cuenca alta, media y baja. En cada una de ellas se desarrollaron dos instancias de encuentro en espacios comunitarios de referencia. La metodología combinó el intercambio de saberes técnicos y locales, la construcción colectiva de mapeos de riesgos y oportunidades, y la elaboración conjunta de propuestas para la acción climática, gestión del riesgo y la mejora de la calidad de vida en los barrios.
El primer taller en cada zona estuvo orientado a compartir experiencias, percepciones y problemáticas cotidianas vinculadas al territorio, tales como las crecidas, la erosión, la inseguridad o la falta de conectividad entre barrios. El segundo taller, de carácter propositivo, permitió imaginar soluciones desde la propia comunidad y pensar intervenciones posibles en articulación con instituciones y actores locales.
Participación activa y fortalecimiento comunitario
Del proceso «Miradas que cuentan» participaron vecinas y vecinos, referentes de organizaciones barriales, deportivas y culturales. Se identificaron problemáticas concretas como la presencia de microbasurales, el deterioro de las márgenes del arroyo o la necesidad de mayor seguridad en los espacios verdes, pero también se destacaron oportunidades: el fortalecimiento de redes comunitarias, la valorización del espacio público y el rol protagónico de la comunidad en la planificación urbana.
El rol de la Universidad y el grupo motor
La Universidad de la República, a través de la Licenciatura en Diseño Integrado, asumió un papel clave en la coordinación e implementación del proceso, aportando metodologías participativas, generando articulaciones institucionales y la sistematización del conocimiento generado. El grupo motor, conformado por instituciones locales, organizaciones sociales y equipos técnicos, fue fundamental para sostener el vínculo territorial, convocar a la participación y construir acuerdos para la acción.
Un cierre con mirada política: encuentro con candidaturas
El proceso culminó con un encuentro público que reunió a los candidatos a la Intendencia de Salto en la sede del CENUR Litoral Norte. En esa instancia, se compartieron los resultados del trabajo realizado en las tres zonas de la cuenca, destacando las principales problemáticas y propuestas surgidas de los talleres. Se enfatizó la importancia de reconocer a la cuenca del Sauzal como un territorio con características y desafíos específicos que exigen una planificación urbana más inclusiva, sensible al riesgo y centrada en la participación comunitaria.
Durante el intercambio, se presentaron propuestas concretas elaboradas por las comunidades, como la necesidad de mejorar la recolección de residuos, restaurar las márgenes del arroyo, crear espacios de encuentro seguros y accesibles, y fortalecer las redes barriales. También se destacó el rol de la educación y la cultura como herramientas para fomentar la conciencia ambiental y el sentido de pertenencia territorial.
Los candidatos participantes valoraron el trabajo realizado, la metodología participativa empleada y el enfoque comunitario del proceso. Algunas señalaron la importancia de incorporar estas miradas en los futuros planes de gobierno departamental, comprometiéndose a considerar las propuestas en sus agendas.
Este cierre reafirmó la necesidad de generar ámbitos permanentes de diálogo entre ciudadanía y Estado, y de consolidar formas de gobernanza local que reconozcan el conocimiento territorial como insumo fundamental para la gestión pública.